La Biodescodificación y la Bioneuroemoción
(corriente creada por Enric Corbera) son enfoques terapéuticos que exploran las conexiones entre las emociones, los pensamientos y los síntomas físicos, buscando entender cómo los conflictos internos pueden manifestarse en el cuerpo. Aunque comparten similitudes, también tienen sus diferencias en cuanto al enfoque y alcance.
La Biodescodificación tiende a asociar conflictos emocionales específicos con síntomas físicos, estableciendo patrones entre ciertos síntomas y emociones. Se parte de la premisa de que cada síntoma físico tiene un correlato emocional subyacente y se busca liberar esas emociones para promover la sanación.
Por otro lado, la Bioneuroemoción adopta una perspectiva más amplia. Reconoce que cada ser humano es único y complejo, y que las conexiones entre emociones, pensamientos y síntomas son multifacéticas. Además de considerar los conflictos emocionales individuales, la Bioneuroemoción también reconoce la influencia de la historia personal, las vivencias presentes y el legado transgeneracional que impacta en la formación de emociones y patrones de comportamiento.
En la Bioneuroemoción se reconoce que las experiencias y las memorias emocionales no solo residen en el individuo, sino que también son influenciadas por la memoria inconsciente transmitida a través del ADN de generaciones pasadas. Este enfoque holístico considera el entorno, la cultura, las relaciones y otros factores que moldean la experiencia emocional de una persona.
En ambos enfoques, se trabaja para identificar y liberar las emociones atrapadas, permitiendo así la sanación y el bienestar. La diferencia clave radica en que la Bioneuroemoción adopta una perspectiva más amplia, considerando el contexto individual y transgeneracional en la comprensión y abordaje de los conflictos emocionales y sus manifestaciones físicas.
En una sesión de Bioneuroemoción, se busca identificar el conflicto emocional («Bioshock») que está relacionado con la enfermedad o el síntoma que se está experimentando. Se analiza cuándo surgió el síntoma, la situación de vida en ese momento y los eventos anteriores. Se puede llegar incluso al «Proyecto Sentido», que se refiere al período de gestación y cómo nuestros padres nos esperaban y proyectaban para nosotros.
El objetivo es brindar luz y espacio a esa emoción atrapada, permitiéndole expresarse y sanar. Se acompaña el proceso con terapia floral, que actúa como catalizador de transformaciones, así como sesiones de Reiki, armonizaciones y mindfulness, que fomentan la toma de conciencia y la atención plena en el momento presente. Estas disciplinas se utilizan para apoyar el proceso de sanación integral y abordar los aspectos emocionales, energéticos y mentales de cada individuo.
Es importante destacar que estas sesiones no pretenden reemplazar ningún tipo de tratamiento médico ni psicológico. Más bien, se presentan como un complemento valioso que acompaña y apoya los procesos terapéuticos ya existentes. Nuestro enfoque es brindar un espacio para la reflexión profunda y la comprensión emocional, contribuyendo así a un camino de sanación integral.