REIKI – Samadhi
La naturaleza y todo lo que está vivo en el planeta tierra es energía, la energía de vida fue denominada hace muchos años, oriente como “ki”. Rei-ki es la energia universal, o energía del mismísimo universo.
A su vez, es una herramienta de auto-sanación, (que nos permite sanarnos a nosotros mismos) que fue enseñada y transmitida a través del maestro Mikao Usui, en Japón. Iniciados sus discípulos, fue compartiéndose y expandiéndose durante muchos años hasta llegar a la actualidad, a occidente, a nuestro país.
Esta herramienta cuenta con 5 principios de vida que hacen que podamos vibrar y sentir la energía reiki, ya que si bien, todas las personas podemos canalizar y utilizar esta energía, solo quienes trabajen en un cambio de vida profundo que con lleva el sendero el reiki necesariamente, y decidamos sanar las heridas, soltar el sufrimiento, atravesar el dolor, y aprender a cuidarnos a través de los cambios de hábitos por hábitos cada vez más sanos, vamos a poder utilizarla e incluso con el tiempo, poder brindarla a otras personas.
Entonces, por un lado aprendemos cómo mejorar nuestra vida diaria y nuestro presente a través de los mensajes del maestro: “Solo por hoy, no te enojes; Solo por hoy, no te pre-ocupes; Solo por hoy, se agradecido; Solo por hoy, se amable; y Solo por hoy trabaja en ti”. Principios que se deben aplicar en a la vida, cada día, por lo que, se enseñan en el primer nivel o en el primer paso del sendero, y se refuerzan a medida que vamos avanzando en este maravilloso cambio. El sistema de Reiki Usui (el mas conocido y el tradicional) consta de 4 instancias: 3 niveles y una maestría.
Dedicando tu vida a dar este cambio, lentamente, sin juzgarte, perdonante, aprendiendo a amarte y aceptarte, un paso a la vez, dedicándole tiempo personal, compromiso y un poco de disciplina amorosa, empezamos a hacer valer estos principios diariamente, e intentándolo cada día hasta que se conviertan en una forma de vivir. A la vez vamos conociéndonos cada día un poco más y desarrollando más conciencia sobre nuestro transitar en la vida, el propósito de estar vivos y de lo complejos que somos y por qué estamos encanados en la tierra.
A partir de la toma de conciencia del ser holístico e integral que somos (bio-psico-social), emocionales, racionales y biológicos, aprendemos sobre nuestro sistema energético (que somos), y de cómo utilizar nuestra energía y la energía del universo, a través de la respiración “prana”, para armonizarnos, equilíbranos, estar en nuestro centro conectando el espíritu con el cuerpo y con la mente (que a su vez es parte del cuerpo).
Esta energía se encuentra distribuida en todo el cuerpo y ordenada en círculos, ruedas, o “chakras” que se ubican por todo el cuerpo. Pero 7, son los principales ya que se ubican a lo largo de la columna vertebral desde la raíz, o base de la columna, hasta la coronillo o cabeza.
A través de la toma de conciencia, la respiración y la aspiración a canalizar esta energia rei-ki, podemos ingresarla en nuestro sistema energético y desbloquear la circulación de la misma para sanarnos, desestresarnos, relajarnos, cargarnos de energía, aumentar nuestro sistema inmunológico a la vez que vamos volviéndonos personas más amables, más tranquilas, menos estresadas, con mayor conciencia del estado interno y del entorno.
Pero el mayor secreto del reiki reside en el mismísimo corazón: Esta energía que ingresamos llega directamente al centro del pecho, en el chakra Anahata o del corazón. Allí ilumina y llena de vitalidad y amor incondicional el corazón, y a través del mismo, viajando por todas las células se envía una información de recarga energética que genera el cambio presente tanto en las sensaciones, como las emociones, como también en el cuerpo material y biológico.
Por eso se dice que el reiki cura, sana, calma, trae paz, restaura el cuerpo, y esto está basado en que al ser seres hechos de energía, podemos cargarnos, recargarnos y también descargarnos y que podemos sanarnos a nosotros mismos si logramos soster una armonía en nuestro interior y dándole al cuerpo lo que necesita para funcionar bien.
Por último, lo que más me gusta del reiki es que nos permite conectar más profundamente con las plantas, con los árboles, con los animales, y con toda la tierra, siendo una herramienta que podemos utilizar para acompañar la ascensión de la tierra desde el amor incondicional.
El nivel dos nos enseña los símbolos Sei He Ki, Hon Sha Se Sho Nen y el universal Cho Ku Rei. Estos símbolos nos ayudan a canalizar más intencionadamente la energía y utilizarlas con fines específicos. A la vez, nos enseñan cómo seguir profundizando en el camino y lo más hermoso es el aprendizaje de cómo realizarles a otras personas esta increíble experiencia. Aprendemos entonces en ser canales de luz reiki y trasmitirla a otras personas.
El nivel tres nos aporta el nivel maestro, el paso previo a convertirnos en facilitadores e iniciadores de otras personas. Entonces este símbolo nos aporta poder personal, autovalía, y la fuerza del fuego y del sol y la luna para poder convertirnos en personas en coherencia con nuestra vida.
La maestría es el cierre de una formación, y la apertura del cambio de vida que seguramente hayas estado gestando, no por nada estas acá, muy pocas personas llegan a “completar” el sendero. Déjame advertirte que asumir la maestría va a implicar un mayor nivel de compromiso con la humanidad y con la tierra, por lo que al menos de mi parte voy a reforzar algunas ideas que tengo de lo importante que es que asumas tu lugar social, cultural, histórico, y energético en tu andar en la tierra.
Si te querés iniciar en este hermoso sendero, caminemos juntos, te acompaño.

Araí Itatí.
Licenciada en Antropología
Terapeuta Holística
Maestra de Reiki Matricula
Maestra de Registros Akáshicos
Instructora de Yoga
Contacto: 221-6152717 IG: @conciencia-samadhi